La
cultura empresarial es lo que identifica la forma de ser de un
empresa y se manifiesta en las formas de actuación ante los problemas y
oportunidades de gestión y adaptación a los cambios y requerimientos de orden
exterior e interior, que son interiorizados en forma de creencias y talantes
colectivos que se trasmiten y se enseñan a los nuevos miembros como una manera
de pensar, vivir y actuar. Estas creencias básicas con sus compromisos y
talantes conforman la cultura empresarial, e impulsadas y conducidas desde el
liderazgo definen la identidad perseguida y operan como factores de adaptación
y transformación del entorno exterior y el desarrollo de los mecanismos
internos para enfocar la gestión de forma propia y diferencial de otras
empresas. La cultura empresarial se
expresa en los contenidos anteriormente mencionados, en el sentido de
pertenencia, en la capacidad flexible de consensuar metas comunes, en la
gestión integral de la empresa con sus objetivos estratégicos y criterios de
evaluación de la medida de los resultados. El lenguaje y las categorías conceptuales
propios de cada cultura empresarial u organización, son esenciales para fijar o
consensuar los límites de la identidad como grupo y establecer las reglas de
juego en las relaciones con las personas que pertenecen al mismo.
Las organizaciones plasman
en sus misiones el conjunto de creencias sólidas que sirven de premisas a todas
sus políticas y acciones. Uno de los factores mas importantes del éxito
empresarial es la invariable adhesión de todo el cuerpo social a dichas
creencias. Estas presunciones son impulsadas desde el liderazgo y tienen como
funciones definir la identidad perseguida, la adaptación del grupo al entorno
externo y la integración de su procesos internos para su adecuación y supervivencia.
Si una organización quiere estar a la
altura de los desafíos que le plantea un mundo en proceso de cambio, debe
hallarse preparada para cambiar en si misma todo lo que sea preciso a lo largo
de su historia empresarial.
Esta
filosofía de empresa o impulso fundamental tiene mucho mas peso
que los recursos técnicos o económicos, ya que estos, aun siendo esenciales
para el éxito, son menos trascendentales que la firmeza con que las personas
que integran la organización creen en sus preceptos básicos y los cumplen.
Los
equipos directivos y mandos en sus respectivos niveles tienen
la responsabilidad de introducir, comunicar y movilizar a su colectivos en el
la vivencia efectiva de los mismos, y a los demás miembros de la empresa la
responsabilidad de aplicar los contenidos de los mismos en su quehacer diario.
PRINCIPIOS
BÁSICOS
El sentido del Propósito es perdurable en el
tiempo y tiene que plantear una aspiración que de sentido a la empresa y/u
organización. Tanto en la realidad actual como, sobre todo, en la futura. Para
orientar nuestras acciones hacia ese Propósito, necesitaremos fijar un hito
que, siendo también el norte a largo plazo, nos emplace en términos mas
concretos de tiempo y forma. Es por esto
que debemos formular La Misión
La Misión recoge de forma
sintetizada los objetivos de orden superior. Traduce la abstracción de la
filosofía incluida en El Propósito en un proyecto tangible y activador que hace
avanzar a la organización y centra sus esfuerzos. Constituye al mismo tiempo la
expresión sincera y sentida de los deseos íntimos que las personas buscan en su
trabajo
Los valores constituyen el núcleo de
toda cultura empresarial ya que aportan un sentido de dirección común a todas las personas que componen la empresa
y unas líneas directrices a su labor diaria. Los valores en los que se participa
definen el carácter fundamental de la organización y crean un sentido de
identidad en ella.
Las Políticas Generales concretan
las líneas globales de actuación de la Empresa en diversos ámbitos, normalmente
relacionados con los Sistemas de Gestión.
Estas Políticas persiguen
alcanzar los Objetivos Básicos asumiendo los contenidos formulados en la
Misión a través de la aplicación de las líneas directrices de la gestión
estratégica y constituyen nuestra respuesta al reto competitivo del futuro
REVISIÓN DEL PROPÓSITO, LA MISIÓN, LOS VALORES
Y LAS POLÍTICAS
El Propósito, La Misión, Los
Valores y Las Políticas deben ser revisados en su conjunto periódicamente para
ratificar el contenido de las mismas y/o adaptarlas a los desafíos que le
plantea un mundo en proceso de cambio continuo. Si se quiere estar a la altura
de los desafíos que se plantean en un mundo donde las ideas y los conocimientos
se innovan con la celeridad del momento actual, debemos hallarnos preparados
para cambiar en si mismo todo lo que sea preciso y trasmitir esta necesidad del
cambio al resto de la organización. Si los procesos, los sistemas y los objetivos están en coherencia con El
Propósito, La Misión, Los Valores y Las Políticas, las autoevaluaciones basados
en el Modelo EFQM o similares son una herramienta ideal para evaluar el grado
de implantación y de eficacia de los mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario